Cuando se piensa en Dubái y en sus maravillas nos vienen a la mente tres cosas: el Burj Al Arab, el Burj Khalifa y la isla artificial de Palm Jumeirah, una maravilla de la ingeniería y una de las imágenes más increíbles de la ciudad.
Es una isla artificial con forma de palmera, creada aprovechando la técnica de las tierras ganadas al mar. La empresa que ha trabajado en el proyecto es Nakheel, una de las constructoras más importantes de todo el Oriente Medio.
Fue la primera de las tres islas con forma de palmera que debían haber adornado la costa de Dubái: las otras dos son Palm Jebel Ali, con una forma idéntica pero mucho más grande y que todavía está en construcción, y Palm Deira, que originalmente iba a ser todavía más grande que Palm Jebel Ali, pero que después de la crisis financiera que atenazó a Dubái a finales de la década de 2000 sufrió una brusca interrupción del proyecto, después se redujo notablemente y se convirtió en las Deira Islands.
Palm Jumeirah como su nombre indica se encuentra en la zona de Jumeirah: su construcción comenzó en junio de 2001 y las primeras unidades residenciales se completaron en 2006, aunque el proyecto fue muy discutido debido a sus numerosos retrasos.
En octubre de 2007 Palm Jumeirah era la isla más grande del mundo y el 75% de las propiedades inmobiliarias ya estaban listas, vivían ya 500 familias y dos años más tarde ya habían abierto 28 hoteles de lujo de las cadenas internacionales más importantes como Kempinski, Fairmont y Sofitel, así como hoteles de quitar el hipo como el Atlantis, el Oceana Residence, el Waldorf Astoria y el Kingdom of Sheba.
El icono indiscutible de Palm Jumeirah es el hotel Atlantis, construido en su parte superior y accesible en coche o con un paseo en el Dubai Monorail, el monorraíl panorámico que recorre el tronco de la palmera en toda su longitud.
Es un hotel de lujo que tiene un diseño realmente magnífico, con un enorme arco árabe en el centro que da la impresión de ser un agujero en medio de la estructura. El hotel posee una playa privada y todas las comodidades necesarias, y sin duda merece la pena visitarlo aunque sólo sea desde el exterior.
Otra atracción de Palm Jumeirah es el Aquaventure, un parque acuático construido justo al lado del hotel Atlantis, que también es accesible a través del Dubai Monorail. Allí se encuentran muchas atracciones para todas las edades, varias piscinas y juegos de agua y una playa equipada con todas las comodidades.
Además, para admirar toda Palm Jumeirah desde las alturas, no deje de subir al observatorio de la Palm Tower, el famoso The View at the Palm.
Las hojas de Palm Jumeirah en cambio son privadas: se han construido numerosas villas de millones de euros, cada una de los cuales tiene un acceso a la calle (con jardín) y uno a su propia playa privada. A propósito de playas, a menos que no os alojéis en uno de los hoteles de la zona, es imposible para los turistas normales acceder a las playas. Así que Palm Jumeirah es una atracción reservada casi exclusivamente a sus residentes, ya sean permanentes o temporales.
La barrera exterior con forma de semicírculo denominada The Crescent, fue diseñada de tal modo que fuera continua, pero de esa forma impedía el movimiento natural de las mareas, haciendo que el agua quedase estancada en el interior de las hojas de la isla. Este problema se resolvió añadiendo algunas interrupciones a la barrera, haciendo que las aguas fluyeran en su interior para permitir la oxigenación del agua.
En 2009 se descubrió que Palm Jumeirah se estaba hundiendo: actualmente los estudios realizados por los geólogos han revelado una disminución de la altitud de 5 milímetros al año, pero esta cifra podría aumentar rápidamente. Este dato ha sido categóricamente desmentido por la Nakheel, la cual ha contrarrestado la acusación afirmando que los satélites de la NASA sólo son capaces de medir las variaciones de 50 milímetros.
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