En una ciudad como Dubái a veces es difícil descubrir la vida nocturna: al no tener un casco antiguo como nuestras ciudades europeas, o por lo menos una zona de ocio donde están concentrados los bares, pubs y discotecas, puede parecer que después del atardecer ya no hay nada que hacer, sobre todo si tenemos en cuenta el hecho de que a pesar de todo es una ciudad árabe donde la religión predominante es el islam, mucho más sosa en lo que se refiere a entretenimiento y vida nocturna, sólo hay que pensar que a los musulmanes no se les permite beber alcohol.
Dubái tiene una vida nocturna excelente con una amplia variedad de bares y locales nocturnos donde pasar horas de diversión, pero los bares que sirven alcohol están situados dentro de los hoteles, aunque hay algunas pocas excepciones.
Muchos otros emiratos de los Emiratos Árabes Unidos, como Abu Dabi y Sharjah, no permiten el consumo de alcohol mientras que en Dubái los no musulmanes tienen la posibilidad de beber con total libertad. La edad mínima para consumir alcohol es de 21 años y todos los bares y discotecas tienen un procedimiento muy estricto para comprobar la edad de los clientes: los turistas tienen que llevar consigo sus pasaportes para mostrar en la entrada la fecha de nacimiento mientras que a los residentes se les pide el documento de identidad o el carnet de conducir.
Dubái es una ciudad con tolerancia cero en conducir después de haber bebido alcohol; la policía local está muy alerta y no hay que conducir nunca después de haber bebido aunque sólo sea una cerveza: ser detenidos implica ir directamente a la cárcel, el que quiera beber tendrá que coger un taxi obligatoriamente.
Algunos clubes y discotecas no permiten el acceso a menores de 25 años; los locales más exclusivos de la ciudad hacen una selección muy estricta en la entrada, pero si se va acompañado de una chica no debería ser un problema entrar.
La mayoría de los locales nocturnos en Dubái no permiten la entrada a los hombres en vaqueros, chanclas, pantalones cortos u otra ropa informal. Las mujeres, sin embargo, pueden ir prácticamente como quieran: en Jumeirah y en los hoteles más grandes, minifaldas y vestidos cortos son lo habitual.
Los porteros pueden decidir con total libertad si dejar entrar o no a una persona según su vestimenta.
El hecho de que las discotecas y los locales nocturnos de la ciudad estén en su mayoría recluidos dentro de los grandes hoteles, ya que a menudo son las únicas instalaciones que tienen licencia para vender alcohol, hace que los clientes habituales de estos lugares sean en su mayoría occidentales. Los jueves y viernes por la noche son las noches clave en Dubái ya que el jueves es el último día laboral de la semana, mientras que el viernes y el sábado son el fin de semana para la mayoría de la gente.
Dubái, a pesar de todo, es una ciudad junto al mar: para pasar una noche única el destino ideal es Nasimi Beach, una playa artificial de siete kilómetros construida a lo largo de la costa. Todos los fines de semana se convierte en una enorme discoteca exclusiva.
Los que tengan ganas de divertirse y llegar tarde por la noche sin tener ir muy arreglados, el Barasti Beach Club, en la playa de Mina Seyahi, es ideal: creado en los primeros años de la década de 2000, este interesante lugar tiene algo para todo el mundo, desde un grupo residente que toca los viejos clásicos a una pista de baile, donde suenan por los altavoces los últimos éxitos.
La comida y los cócteles son excelentes y poder bailar descalzo en la playa realmente le da un toque especial.
Si las discotecas no son lo vuestro, hay otras formas de entretenimiento nocturno en Dubái: en la ciudad hay muchísimos restaurantes, entre los mejores del mundo, especialmente en la zona de Downtown Dubai y Dubai Marina. Algunos restaurantes se encuentran en el último piso de rascacielos u hoteles, y comer con una magnífica vista de Dubái desde las alturas es una experiencia realmente inolvidable.
Después de cenar, ver una película en una de las numerosos cines de Dubái podría ser la elección ideal: múlticines, películas en 3D, IMAX y cine al aire libre, seguro que habrá algo que hacer. Como alternativa podéis acercaros a uno de los numerosos bares de lujo situados en el interior de los hoteles de Dubái, mientras que para conocer la vida real cotidiana la mejor opción es dirigirse a Deira, para ver cómo pasan la noche los habitantes de las diferentes comunidades que viven en la ciudad.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.